

Hoy en dÃa, la región de la AraucanÃa, lugar donde se desarrolla el conflicto entre el pueblo indÃgena Mapuche, el Estado chileno y el sector privado, es la región de Chile con los mayores Ãndices de pobreza, desempleo, violencia y analfabetismo. Las razones de esto están ligadas a la inestabilidad polÃtica y la desconfianza económica generada por la violencia entre los campesinos indÃgenas, colonos chilenos y las fuerzas armadas nacionales. Los medios de comunicación también han desempeñado un papel importante etiquetando la protesta social Mapuche como terrorismo, desinformando asà a la población nacional y fomentando el aumento continuo de la violencia en la región. Consorcios económicos que controlan la industria forestal en la región son los mismos dueños de los medios de comunicación nacionales. Esta relación ha alimentado el conflicto, con el objetivo de proteger intereses económicos particulares y justificar socialmente la intervención del aparato del estado contra las comunidades Mapuche que resisten la ocupación territorial.
Las raÃces de este problema, sin embargo, son más profundas. Especialistas nacionales e internacionales en el tema coinciden en que el actual conflicto en la AraucanÃa es la expresión de un colonialismo de larga duración que ha favorecido el desarrollo nacional por sobre los derechos indÃgenas. Esto a su vez a ha contribuido a la escalada de violencia en territorio Mapuche. Los elementos del actual conflicto abarcan tres niveles: histórico, polÃtico-económico, y educativo.
En América Latina, programas de educación intercultural se dirigen a las comunidades indÃgenas, con el objetivo de ofrecer a los jóvenes indÃgenas la oportunidad de integrarse a sus sociedades nacionales sin perder su cultura. Por otra parte, en la actualidad, la educación intercultural ve las culturas indÃgenas como elementos integrales de la modernidad y el desarrollo. El caso chileno no ha sido la excepción. A la luz el conflicto en la AraucanÃa, se han promovido programas de educación intercultural en las comunidades Mapuche. Sin embargo, estos programas se focalizan en las comunidades indÃgenas rurales en lugar de los sectores dominantes de la sociedad chilena.